“Los refugiados son personas que huyen del conflicto y la persecución. Su condición y su protección están definidas por el derecho internacional, y no deben ser expulsadas o retornadas a situaciones en las que sus vidas y sus libertades corran riesgo”.
Así define ACNUR en su página web qué son los refugiados.
Hace 6 días llegó a la Isla de la Tierra, soberanía española, una patera con 41 personas; 20 mujeres, tres embarazadas y seis niños. Muchas de estas mujeres pidieron protección internacional urgente cuando las autoridades españolas llegaron a la isla. La respuesta a estas peticiones fue el ataque con gas lacrimógeno. Horas más tarde fueron expulsadas a Marruecos sin que las personas que estaban en contacto con ellas supieran exactamente dónde estaban. Hace dos días aún no se conocía el destino de estas personas.
Estas últimas semanas hemos sido testigos de las deportaciones de los y las menores de edad que habían llegado a Ceuta varios meses atrás. Eran niños y niñas que huían de sus hogares ya que sus vidas y libertades corrían riesgo. Muchos fueron expulsados sin ser escuchados y vieron vulnerados sus derechos. Abogadas y activistas consiguieron parar esas deportaciones ilegales.
Paralelamente, Afganistán vuelve a ser el foco mediático tras la llegada de los talibanes a Kabul, controlando de facto todo el país. Miles de personas han estado huyendo desde entonces. Las redes sociales se han llenado de mensajes de acogida y solidaridad. Los políticos también muestran su respaldo hacía las personas que están huyendo y abren las puertas de sus países para acogerlas.
Llegadas a este punto no podemos parar de preguntarnos, ¿Será que la vida de todas las personas no vale lo mismo? ¿Será que algunas merecen más que otras ser escuchadas y acogidas con dignidad? ¿Hemos normalizado de tal manera la llegada de personas a nuestro país por la Frontera Sur que sus vidas ya no importan?
Centrarse en el foco mediático como si la realidad que nos rodea no fuera verdad (jóvenes durmiendo y malviviendo en las calles o en naves industriales, 4 y 5 meses de lista de espera para entrar en un albergue público, acogidas segregadas para determinadas nacionalidades, etc), nos deja ver el tipo de personas que forman el gobierno del estado español, el de Europa y de las ciudades donde habitamos.
Reclamamamos #viaslegalesyseguras y una #acogidadigna para TODAS las personas que llegan, han llegado y viven en nuestro país huyendo de los suyos originales donde sus vidas y libertades estaban en riesgo, y no solo acogida de nacionalidades mediáticas del momento.
Fotos extraída del Twitter de Helena Maleno, Ignacio Escolar, Revista 5W y web de campaña Acogida Digna.
Commentaires